La iglesia de Grace River de Seongnam, a unos 20 kilómetros al sur de Seúl (Korea del Sur), cerró el pasado domingo después de que 46 de sus 135 fieles dieran positivo al COVID-19, incluido el pastor y su esposa.
Según medios locales, alrededor de 100 personas tomaron agua salada creyendo que de esa manera evitarían el contagio del Coronavirus, sin embargo, al pastor se le olvidó limpiar la bouilla cada vez que la usaban.
A pesar de los llamamientos del gobierno local a evitar cualquier congregación pública y sobre todo religiosa, dicha iglesia hizo caso omiso y continuó celebrando misas.
“Lamento profundamente lo que ha sucedido. Asumiré toda la culpa y la responsabilidad”, manifestó el líder de la iglesia, de acuerdo con el diario británico.
Más del 60% de los aproximadamente 8.200 casos de COVID-19 en Corea del Sur están vinculados a la Iglesia de Jesús Shincheonji, una organización considerada por algunos una secta cuyo líder negó en un primer momento la enfermedad.
Al final, el pastor cerró la iglesia y se disculpó por el contagio masivo: “Lamento profundamente lo que ha sucedido. Asumiré toda la culpa y la responsabilidad”, manifestó el líder de la iglesia, al diario Daily Mail.
